miércoles, 30 de septiembre de 2009
¡¡¡Estamos aprendiendo a abrocharnos los botones!!!
lunes, 28 de septiembre de 2009
Horario

Choni nos enseña Religión y con Carlos trabajamos Alternativa a la Religión.
Julie y Concha nos enseñan Inglés (en las horas que pone sólo inglés, y nos vamos a su clase).
En Inglés Topics es Julie la que viene a nuestra clase y junto con Vivi hacemos actividades en inglés y español.
Carlos nos llevará al gimnasio y a las pistas para hacer Educación Física.
sábado, 26 de septiembre de 2009
Un juego muy divertido para lo peques...

jueves, 24 de septiembre de 2009
¡Jugando con plastilina!
Canción de Buenos Días
Nuestros primeros trabajitos.
Hemos hecho unas creaciones bien bonitas y es que... SOMOS UNOS ARTISTAS!!!
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Primeras imágenes en el cole...
miércoles, 9 de septiembre de 2009
¿Por qué es necesario el período de adaptación?
La llegada de un niñ@ al Centro de Educación
El mundo afectivo del niñ@ es el motor esencial de su desarrollo emocional, social e intelectual por lo que el periodo de adaptación es un proceso en el que el niñ@ va elaborando, emocionalmente, la pérdida y la ganancia que le supone esa separación, hasta llegar a una aceptación de la misma.
La entrada en la escuela supone la separación niñ@/familia y es muy importante la manera de superarla porque, si vive esto bien, le ayudará a resolver futuras situaciones (entrada en la escuela primaria, su relación con personas desconocidas, etc.). Para el niñ@ es la pérdida de un lugar definido, donde tiene un espacio seguro y conocido, con unas personas que están exclusivamente dedicadas a él/ella, y llegar a un lugar donde hay que compartir todo con otros niñ@s, los objetos, el espacio, el maestr@, etc.
Por tanto, se trata de que en este periodo se adapte fundamentalmente a:
* El espacio: conozca el Centro y sus dependencias, el aula y sus materiales.
* Los adultos: distintos de sus padres, abuelos, amigos,...
* Los niñ@s: aprenda normas básicas de convivencia.
* La separación de la familia y su aceptación.
Esto implica tiempo y procuraremos adaptarnos a los ritmos personales de cada niñ@. Es un proceso que cada niñ@ tiene que realizar por sí mismo.
Aceptar que debe compartir al adulto, que deja de ser el centro de atención y que debe relacionarse con otros niñ@s y ajustarse a unos cambios espaciales y horarios es un proceso que le hace madurar, pero que al mismo tiempo le puede resultar doloroso.
Es muy importante, por tanto, adoptar una actitud que favorezca y facilite esta adaptación. Los espacios y materiales, los tiempos y las actividades a realizar durante este periodo deberán estar cuidadosamente estudiados para facilitar este proceso en todos y cada uno de los alumn@s. La incorporación progresiva de los alumn@s en pequeños grupos y con horarios graduales minimiza el esfuerzo de adaptación en los niñ@s y facilita su superación.
La adaptación no es sinónimo de llorar o no llorar. Cada niñ@ muestra su adaptación o inadaptación de distintas maneras. Nosotros, padres y profesores, facilitaremos o entorpeceremos, pero es él o ella quien debe resolverlo y si forzamos su ritmo natural lo normal será una actitud de rechazo y miedo a lo desconocido.
Los padres también pasan por el periodo de adaptación, en el fondo sentirán que están separándose de su niñ@, surgirán temores y dudas acerca de la maestr@, del colegio... Es importante que los padres no transmitan estos sentimientos e inseguridades al niñ@ ya que dificultará el proceso de adaptación, por el contrario lo mejor será que educadores y padres se apoyen para que el niñ@ supere este proceso con éxito.
Orientaciones para la familia:
Considerar las conductas de este periodo como normales, sin presiones ni preocupaciones, es una etapa que pasa todo niñ@, lo mejor será ayudarlo, darle la seguridad ue necesita y apoyar a la maestr@ por el bienestar del niñ@.
Cada niñ@ es diferente, algunos tardan más en adaptarse, compréndalo
Tenga cuidado con transmitir al niñ@ sus temores, su ansiedad, aunque eso esté pasando, es prudente conversarlo con personas adultas, pero sin perjudicar al niñ@.
Cuando se deja al niñ@ en la escuela, hay que despedirlo con alegría, con seguridad y afecto. No hay que acostumbrarlo a que llore para que la madre regrese. Hable con él previamente para que se sienta más seguro.
Cuando llore dígale con tono firme y sereno que usted regresará. Su actitud se transmitirá al niñ@. Cuando lo recoja, sea puntual, no cause en él sentimientos de abandono.
Converse con él acerca de lo que hizo en la escuela, felicítelo por sus logros y por los juegos y actividades que realiza.
Recogido de: Tertulia de Maestras