Cuando el reloj marca las dos: los esqueletos toman el arroz. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las tres: los esqueletos andan del revés. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las cuatro: los esqueletos se ponen los zapatos. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las cinco: los esqueletos se ponen a dar brincos. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las seis: los esqueletos se ponen el jersey. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las siete: los esqueletos lanzan un cohete...¡pum! Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las ocho: los esqueletos se comen un bizcocho. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las nueve: los esqueletos ya no se mueven. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
Cuando el reloj marca las diez: los esqueletos se echan a correr. Que tumba, que tumba, que tumba tumba tumba.
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